viernes, 26 de junio de 2015

RENOVEMOS A DIARIO NUESTRA CONSAGRACIÓN


El acto de consagración a la Inmaculada muy seguramente ha significado para ti un momento muy especial en tu historia personal, ese ha sido el día gozoso en que siguiendo el ejemplo de Juan el discípulo amado, haz aceptado el don de la maternidad de María y la haz llevado a vivir con contigo (Cf. Jn 19, 25 - 27). Sin embargo el ser humano muchas veces es sólo de momentos y olvida con frecuencia las maravillas que el Señor realiza en su caminar. Es sólo dar una mirada a la historia de la salvación, y veremos esa lamentable dinámica, Dios que hace sus obras y el hombre que olvida lo obrado por el Señor. Por esa razón, es necesario que renovemos con la mayor frecuencia posible o preferiblemente a diario el acto de consagración de todo nuestro ser a la Inmaculada, es como si dijéramos a diario a María, que la recibimos en nuestras vidas y que nos comprometemos a colaborar con Ella en cada jornada en la misión de extender el reino de Dios a todo los hombres y mujeres. La Milicia de la Inmaculada ha querido unificar la fórmula de consagración, porque hasta el momento en Colombia se han usado varias y se ha decidido que a partir del 2015 la fórmula de renovación de la consagración, sea la que a continuación publicamos. Esperamos que esta pequeña oración les ayude a vivir con mayor convicción la vocación de  discípulos de Jesús al estilo de María y les permita vivir con toda plenitud, la alegría de haber sido consagrados totalmente para Dios en el bautismo. Si aún no te has consagrado, te invitamos a que también te unas a esta oración, poniendo en las manos de María el deseo de ser hijo suyo y de vivir de acuerdo al Evangelio bajo su protección y ayuda:

CONSAGRACIÓN DIARIA A LA INMACULADA

Virgen Inmaculada, mi madre María yo renuevo hoy y siempre la Consagración de todo mi ser para que dispongas de mí para el bien de todos, solamente te pido que yo pueda mi Reina y Madre de la Iglesia cooperar fielmente con tu misión de construir el reino de Jesús en el mundo por eso te ofrezco mis oraciones, sacrificios y acciones en particular por las intenciones de la Milicia de la Inmaculada.

Oh María concebida sin pecado. Ruega por nosotros que recurrimos a ti y por todos cuantos no recurren a ti, de modo particular por los enemigos de la Santa Iglesia y por los que te son encomendados.


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