jueves, 18 de junio de 2015

NOS HA ESCRITO NUESTRO PASTOR

¡Salve María Inmaculada!
Recientemente ha sido publicada la primera encíclica enteramente escrita por el papa Francisco, la otra publicada en su nombre anteriormente la “lumen fidei” si bien fue firmada por él, la mayor parte la había adelantado el papa emérito Benedicto XVI. El nombre de esta encíclica es “Laudato si” que significa “Alabado seas”. Como dato curioso es bueno saber que el nombre de los documentos papales es dado por las primeras palabras del cuerpo de la carta, que ordinariamente es en latín, lengua oficial de la Iglesia Católica. En este caso el papa inicia con la expresión laudato si, porque al comienzo de su carta cita el cantico de las criaturas, poesía compuesta por San Francisco de Asís en la que alaba la obra de Dios en el mundo. Si bien como ya hemos dicho líneas arriba la primera parte de las encíclicas normalmente está  en latín, en este caso no ha sido así, pues el papa ha tomado esta expresión del texto original del cantico de las criaturas escrito en italiano.

El objetivo que se propone el santo padre en esta carta es el de hacernos conscientes a todos los creyentes de la responsabilidad que tenemos ante la creación, que es llamada por su santidad como “nuestra casa común”. El mundo es un regalo de Dios para todos nosotros, por tal razón debemos cuidarlo con gran diligencia, especialmente hoy cuando el hombre se ha convertido en enemigo de su propio hábitat.

Para nosotros los mílites cada palabra del papa, debe resonar con mayor fuerza, pues recordemos que el Santo Padre es para nuestra asociación un punto central de referencia. San Maximiliano pensó a la M.I. para defender a la Iglesia y para colaborar en su misión de evangelización, que es la misma misión de la Virgen María.

Nosotros debemos crecer cada día más en filiación a la Iglesia y a sus pastores. Según el Evangelio de San Juan en el pasaje del Buen Pastor, las ovejas del Señor escuchan su voz (Jn 10, 27), por tanto si de verdad nosotros reconocemos en el papa Francisco a nuestro pastor, no sólo debemos amarlo y orar por él, sino que debemos también leer y meditar todos los mensajes que él nos envía, por tal razón esta encíclica debe ser para nosotros de lectura obligatoria.

Al final de la carta, el papa invoca a María, como reina de todo lo creado y le pide que nos ayude a mirar al mundo con ojos de sabiduría, unámonos a esta plegaria del papa, para que la Inmaculada que supo valorar siempre todos los dones de Dios, nos ayude a nosotros a valorar también el regalo que él nos ha dado y que diariamente nos singue dando en la creación.




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