El pasado viernes 12 de junio, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, unidos a la Inmaculada nos sumergimos en el océano del amor de Jesucristo. Ese día en horas de la tarde, tuvimos la oportunidad de participar en la Santa Misa en el seminario San Maximiliano Kolbe de los frailes Franciscanos menores conventuales, la celebración fue presidida por Fray Sidifredo de la Cruz, guardián del convento.
Durante la homilía fray nos
insistía en que el amor es la esencia de nuestra fe y de nuestra vida
cristiana. También nos recordaba que “la pedagogía que utiliza Dios es la
pedagogía del amor, ese es el único camino que Él ha querido utilizar para
revelarse al mundo”. Sus palabras nos han dejado un reto como Milicia de la
Inmaculada, pues a la luz de esta enseñanza estamos llamados a ejercer nuestro
apostolado utilizando la misma pedagogía del Maestro, la pedagogía del amor,
pero para lograrlo tenemos primero nosotros que dejarnos amar por Él, nadie puede dar de lo
que no tiene, no podremos anunciar un amor que no hemos experimentado antes.
Previo
a la Eucaristía tuvimos la hora santa en la que nos unimos a la iglesia
colombiana que ese día ora por la santificación de los Sacerdotes. El canto de
la celebración estuvo a cargo de los frailes novicios y las lecturas y ofrendas
estuvieron a cargo de nosotros los mílites. En la celebración oramos mucho para
que por nuestro medio, muchos hombres y mujeres puedan también experimentar de
la mano de la Inmaculada, la dulzura del Corazón de Jesús, esperamos el próximo
año, llenar la capillita, con muchos más hombres y mujeres consagrados a la
Inmaculada.
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